Diciembre está siendo un año de
despedidas, al menos en lo que se refiere a este blog, y es que, parece que es
verdad lo que decían los mayas, termina un ciclo y empieza uno nuevo, uno que
será totalmente distinto en muchísimas cosas a lo que hemos vivido hasta
ahora. Una prueba de ello es lo que está sucediendo con el sector financiero,
no sólo en España, también en otros países. Nos dirigimos, irremediablemente,
hacia un escenario con menos bancos, pero muchos menos bancos, y mucho más grandes,
pero realmente mucho más grandes. Es un proceso imparable que hará que el
poder del sector financiero sea aún mayor tras esta tan interesante crisis. Me
alegro mucho por sus consejos de administración y por sus accionistas, y los
hay que creen que el futuro pasa por Apple y por las tecnológicas… En fin, yo,
lo tengo muy claro, cuando sea mayor, quiero ser un banco. Me encantan, sé que
no es muy trendy decir esto hoy en día, hay gente a quien le gusta la
jardinería, a otros el bricolaje, a mí, me gustan los bancos, sé que es una
afición cara, pero uno es como es.
Banesto dice adiós como marca y
como vehículo legal tras 110 años, podría ser menos... dirían algunos. Banesto
pertenece al Santander desde mediados de los años 90 y entonces tenía mucho
sentido tener dos marcas en el mercado español, cuando se llevaban las mega
estructuras y un ingente número de sucursales bancarias. Se llevaba ser local.
Hoy se lleva ser global. Banesto en 1993 era un bancazo de tres pares de
narices con una imagen de marca potentísima que merecía la pena seguir
trabajando. Hoy lo es sólo en España, y, al Banco Santander, España dejo de
parecerle un mercado interesante, hace ya algunos años. La liga en la que juega
el Banco Santander no es la española, este es un banco que juega a los grandes
números, y España es, sencillamente, demasiado pequeño comparado con Brasil o
México y con países asiáticos donde tiene unas ganas enormes de hincar el
diente. Ahora se lleva lo austero, lo eficiente y lo global. En este escenario,
parece ser que Banesto no tiene cabida.
Lo siento, principalmente por sus
empleados, ya que, irremediablemente, habrá recortes, las medidas de eficiencia
operativa suelen tener estos efectos, pero con la información de que dispongo,
me temo que tiene sentido; hay que recortar puntos de venta y gastos de
oficinas centrales, siendo dos se gasta más y no siempre se gana más, y seamos
honestos, Banesto como marca hoy, no es lo que era en el año 1993, Santander lo
ha devorado todo, algo que, tiene todo el sentido, al tratarse de un banco
global y uno de los más grandes del mundo.
Como decía hace apenas unas
líneas, el futuro es de los bancos, y de los bancos grandes. Son éstos los que
hacen las operaciones grandes, las que financian los grandes proyectos, públicos
y privados, y, por fortuna, dos de estos elegidos son españoles, y están
saliendo más que reforzados de esta crisis. Además, los bancos que queden en
España tras esta limpia, no tendrán más remedio que salir fuera a respirar algo
de oxígeno. En 2020 veremos realmente como queda el panorama financiero
internacional, y, como español opino que, cuantos más bancos españoles globales
haya, mejor.
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