La mayoría de los analistas
extranjeros están preocupados con España. Tienen muchos motivos, pero hay uno,
en mi modesta opinión, que carece de todo sentido. Los expertos extranjeros,
sobre todo los del mundo anglosajón, se preguntan si los particulares españoles
pagaremos nuestras hipotecas o se producirá un impago generalizado de las
deudas hipotecarias por parte de las familias españolas. Esta duda muestra
desconocimiento de cómo funciona este producto en España. Spain is different en
general, y esto es muy different, para qué engañarnos. Las deudas hipotecarias
en España tiene carácter personal, es decir, la única manera de no pagarlas es
falleciendo. Sí, sólo aquellos que fallecen dejan de pagar su hipoteca. Incluso
aquellos que han sido desahuciados siguen debiendo dinero al banco y teniendo
que pagar su hipoteca, aún cuando estén en situación de quiebra ya que, si
vuelven a tener ingresos (declarados, claro está), se verán obligados a hacer
frente de nuevo al pago de la hipoteca más intereses por el retraso en el pago.
Mis dudas están en los créditos
promotores y constructores… Algo me dice que esos no se cobrarán nunca y,
precisamente por ello, buena parte del sistema financiero español (la mayoría,
antiguas cajas de ahorros) están siendo “ayudadas” por el Estado, porque estos
créditos no se van a cobrar y por lo tanto, las pérdidas son de suficiente
calibre como para llevar a la bancarrota a la compañía.
Conclusión: mientras muchos
expertos extranjeros están preocupados por si las familias españolas pagarán
sus hipotecas (es muy cierto que lo más probable es que los impagados sigan creciendo
en las carteras hipotecarias), el problema real está en promotores y
constructores, lo está hoy y lo estaba en 2008. Es imposible que el país tire
hacia arriba si no se soluciona (habría que haberlo hecho al menos en 2009) el
problema del sector financiero.
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