Enzo Ferrari solía decir “nosotros no construimos coches, construimos sueños”. Un buen amigo británico me dice siempre que Ferrari es Dios hecho a escala. No sé si será para tanto, pero conducir un Ferrari, al menos una vez en la vida, es algo que todo el mundo debería hacer. Lo hemos dicho en más de una ocasión, el lujo no sabe de crisis, vaya sectorazo, sí señor, de los más bonitos que pueda haber. Pues bien, Ferrari ha superado por primera vez en su historia los 2.000 millones. Lo ha conseguido en 2011, con una facturación de 2.251 millones al crecer sus ventas en el mismo año un 17%, ahí es nada. Se entregaron el pasado año 7.195 vehículos, un 9,5% más que en 2010, ¡vaya añazo Ferrari!
América es el principal mercado de los italianos, aunque China aprieta muy fuerte con un crecimiento en número de vehículos vendidos de un 20%, y es que, parece que los chinos también tienen gusto por las cosas buenas. Europa, muy castigada económicamente, ha sido un área en la que se han cosechado también buenos resultados.
En fin, qué más puedo añadir. Todos sabemos que Italia ha estado mejor, pero un país que ha dado una empresa como Ferrari (entre otras grandísimas compañías), seguro que acabará saliendo de esta situación. A Ferrari y otras empresas de lujo, muchísima suerte, espero no dentro de mucho compartir con Vds. la experiencia de conducir el mío propio. Suerte y, como diría Enzo Ferrari: ¡disfruten conduciendo su sueño!
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