Siempre he pensado que repartir
dividendos es lo mínimo que una empresa con beneficios decente debe hacer. Si
se está ganando dinero, y no se desea utilizarlo en futuras inversiones y/o
expansión de la compañía, lo suyo es darle el dinero a aquellos que lo han
arriesgado en un proyecto empresarial. Repartir dividendos es de gente decente.
Pues bien, Inditex, una empresa decente donde las haya, paga 561 millones entre
sus accionistas. Como tiene que ser, si la empresa está a tope, que lo está, lo
suyo es devolver a aquellos que arriesgaron en su día su propio dinero.
Mi más sincera enhorabuena, una
vez más, a los gestores de la empresa y a sus accionistas, que ven cómo su
apuesta les reporta beneficios que van directamente a su bolsillo (como tiene
que ser). Me alegro mucho por los accionistas de esta pedazo de empresa que,
por ahora, lo es en todos los sentidos.
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