En el año 2007 trabajé en lo que
se conoció como Prometheus… De nombre prometedor, pero vaya experiencia… En
fin, por fortuna, aquella aventura no duró mucho tiempo. Si bien es cierto que
conocí buenísimos profesionales de los que guardo muy buen recuerdo, y otros que,
será por el paso del tiempo y por fortuna, ya no recuerdo.
¿Por qué cuento
esto? Porque esa fue la época en la que conocí la brutal maquinaria de Media
Markt, con su ya mítico “yo no soy tonto”, aunque desde luego, sin ser los más
baratos. Saturn pertenece al mismo grupo. La idea era bien sencilla: lanzo dos
marcas, vendo lo mismo, mis proveedores son los mismos, mi back office y
logística también, lleno el mercado de marcas que son mías y el cliente tiene
la sensación de que puede elegir. Un auténtico clásico que tenía mucho sentido
en el año 2005, cuando España era una perita en dulce y no había multinacional
que no le quisiera hincar el diente, igualito que ahora…
Pues bien, se acabó Saturn. El
mercado no da más de sí y quizá no tenga mucho sentido mantener dos marcas,
cuando una de ellas tiene un reconocimiento descomunal, como es el caso de
Media Markt y cuando la otra Saturn requiere de una inversión que hoy, carece
de todo sentido. Según parece, cuatro cerrarán, y las demás pasarán a ser Media
Markt.
Considero, en resumen, que tiene
mucho sentido centrarse en la marca que está trayendo el negocio, y más en un
mercado que mengua, como es el español, y al que le quedan dos ejercicios, 2013
y 2014 para empezar a ver la luz.
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