Cada uno es como es, y tiene que haber de todo en la viña
del Señor. Los hay que fueron llamados para la jardinería, otros para la
pintura, los hay generosos, dadivosos y altruistas, y luego hay personas
extrañas como yo a los que nos encanta el lujo... Que le vamos a hacer, cada
uno debe llevar su cruz de la mejor manera que pueda. Yo llevo la mía entre
lágrimas por no poder conducir mi Bentley... Todavía... Todo se andará, y sé
que Dios mediante, más temprano que tarde los caminos de mi Bentley y el mío
se cruzarán.
Hasta entonces, (y eso que yo soy más de Aston Martin, pero
sufro y me adapto a Bentley, para que veáis que soy muy flexible) vamos a echar un
repaso al cambiazo que ha pegado la marca con los alemanes (las cosas como son,
estos teutones saben de coches) de Volkswagen. La empresa, Bentley, ha pasado
de un beneficio neto de 8 millones en 2011 a 100 millones en 2012 (recomiendo
encarecidamente a mis queridos amigos alemanes que hagan en cualquier caso una
buena auditoría a sus cuentas porque pueden llevarse alguna sorpresa, ya
sabemos la exactitud que tiene la contabilidad)... Si la contabilidad está
bien no tengo palabras... Ya me gustaría que hubiera pasado lo mismo con mi
cuenta corriente... Quizá eso explique por qué no tengo un Bentley... Aún.
La
facturación creció un 30% entre 2011 y 2012 llegando a los 1.453 millones de
euros, es decir, que han conseguido un margen neto sobre ventas del 6,88%. No
está nada mal para tratarse de coches, claro que el lujo es otra liga. Su cuota
de mercado de coches de lujo llegó al 20% habiendo matriculado en 2012 8.510
vehículos. 2013 no podía haber empezado mejor, con un crecimiento de
las ventas en enero y febrero del 39,5% respecto al mismo periodo del año
anterior.
Ayy... Espero hacer el próximo post sobre Bentley comentado mi
experiencia como propietario, hasta entonces, enhorabuena señores de
Volkswagen, todo parece indicar que están Vds. haciendo muy buen trabajo.
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