Cuando a H&M parecía que le sonreían las cosas, tras diez meses consecutivos de subidas de ventas, llega el
mes de marzo con sus nubes y sus fríos y hace que sus ventas caigan nada más y
nada menos que un 4%, eso sí que es estacionalidad en las ventas y lo demás son
tonterías.
Lo cierto es que es una caída
sensible pero ha sido sólo en un mes. Lo más normal es que, si en el mes de
abril y en mayo hace el tiempo que se espera haga en la primavera (en aquellos
países en los que es primavera, claro), las ventas se recuperen, porque al menos
en España con el tiempazo que está haciendo desde el viernes pasado, no apetece
nada seguir llevando ropa de invierno, y eso anima y mucho a acercase a una
tienda y comprar algo de temporada.
Lo cierto es que este es un
buenísimo ejemplo de un negocio de temporada, como es el textil, con unos
márgenes muy elevados y con muchísimo glamour (me encanta este sector), pero
durísimo y que sufre muchísimo, como si de un negocio agrícola se tratase
cuando no hace el tiempo que se espera para cada estación. Esperemos, por el
bien de este y de otros negocios de temporada que esta primavera tengamos
tiempo primaveral y que este verano haga el calor que tiene que hacer. Por lo
pronto, fabricantes, distribuidores e instaladores de aires acondicionados se
están frotando las manos con el tiempo que está haciendo en España… Si hace así
de bueno a mediados de abril, ¡Cómo estaremos en junio!
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