No quiero ser un aguafiestas, me
alegra mucho que la compra de vehículos nuevos se recupere, pero me preocupa lo
que puede ocurrir en el futuro. Sobre todo, si atendemos a las previsiones del
Banco de España y de la Unión Europea, que esperan que 2013 sea un año muy duro
y que 2014 sea mejor pero tampoco como para tirar cohetes... Y es que, esta
crisis se está haciendo muy pero muy larga, y aún queda un trecho por el
desierto. Me preocupan todos los sectores, por supuesto, pero el del motor es
clave para la economía española, ya que supone muchos puestos de trabajo.
Desde aquí, mis mejores deseos
para todos aquellos involucrados en una industria tan relevante, productores,
distribuidores, financieras, fabricantes de componentes, en fin, todos. Espero
que las cosas comiencen a mejorar muy pronto.
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