Volkswagen ha aumentado sus
ventas a nivel mundial un 4,5% en los primeros 8 meses de 2013. Me parecen unas
cifras buenísimas, vendiendo en este periodo unos 6,17 millones de unidades en
todo el mundo. Cifras aplicadas a nivel grupo.
Hay que recordar el enorme
potencial que tiene Volkswagen, no sólo como marca individual, también a nivel global
junto con marcas como Audi o Lamborghini. Los que me conocen saben que como
inversor no suele gustarme la industria del motor, y tengo mis motivos:
1º.- Tiene necesidades de fuertes
inversiones en activos fijos de muy difícil liquidación posterior.
2º.- Sus Márgenes son muy bajos.
3º.- Alta necesidad de mano de
obra, que además, suele estar fuertemente organizada.
4º.- Sector fuertemente cíclico,
que sufre sobremanera en momentos de recesión o crisis económica.
5º.- Tiene una dependencia muy
fuerte de gastos en marketing.
6º.- Aunque su inversión en i+D
no es excesivamente alta, tampoco es muy baja.
No digo que no haya que invertir
en la industria del motor, ni muchísimo menos. Simplemente pienso que hay
inversiones que personalmente me resultan más interesantes. Sin embargo,
Volkswagen es una empresa que me da toda la confianza como inversor, y os
explicaré por qué:
1º.- Entiendo perfectamente cuál
es su modelo de negocio y en qué mercados se están basando para su crecimiento.
2º.- Considero que tiene un
equipo gestor que está haciendo las cosas bien, al menos por ahora.
3º.- Creo en la viabilidad a
largo plazo del grupo. De hecho, estoy seguro que a mediados de este siglo será
la primera empresa del sector por delante incluso de Toyota, otra empresa de
automoción que también me gusta mucho (como inversor, sólo me interesan estas
dos).
Espero y deseo muchos éxitos a
Volkswagen en particular y a todo el sector en general, sobre todo para
aquellos que producen en España, entre los cuales se encuentra la marca. España
necesita una industria del motor fuerte y que exporte, en otras palabras, que exporte
con fuerza.
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