Lo hemos comentado ya antes en
este blog, pero no por ello me cansaré de decirlo. Si uno quiere reactivar la
economía, no hay más remedio que bajar impuestos. Lo diré otra vez para que no
haya dudas "hay que bajar impuestos". ¿Y si nos encontramos con que el Estado de
ese país tiene un déficit público galopante y una deuda pública que no hace más
que crecer? En ese caso, hay que hacer una combinación de varias acciones:
1º.- Reducir gasto público de una manera muy fuerte: es decir, hay que dejar de gastar tanto. En el caso de España, esta reducción debería haber sido de, al menos, un 25%.
2º.- Dejar de emitir deuda: si
uno lo que quiere es deber menos dinero, parece totalmente ilógico pedir más
dinero prestado ¿no?
3º.- Reducir impuestos: ¿qué
genera una bajada de impuestos? Muy sencillo, esto supone que tanto empresas
como personas tengan más dinero, y si tienen más dinero, gastarán más,
invertirán más y ahorrarán más, y si gastan más, invierten más y ahorran más, la
recaudación sube. Esto es un hecho constatado a lo largo de la historia, tanto
en España, como en otros países.
Si esto es así, y podéis creerme,
es así, ¿qué efecto tiene una subida de impuestos? Muy sencillo, esto supone
una ralentización de la economía. ¿Seguro? Sí, que nadie lo dude. Si lo que se
busca es controlar el nivel de crecimiento de una economía para que no se desboque,
hay dos medidas directas que se deben tomar, subir tipos de interés, para
incentivar ahorro frente a inversión y consumo, y subir impuestos, porque esto
supone que el consumo y la inversión caen. Este tipo de medidas tienen mucho
sentido si nos encontramos con una economía que crece de una manera muy fuerte
y prácticamente sin control. ¿Es este el caso de España, o de cualquier país de
la zona euro? No, en absoluto.
Veamos una serie de datos para
entender lo que estoy comentado. España es el tercer país de la zona euro con
el IRPF más alto, del 52%. Es el séptimo país con el IVA más elevado, del 21%,
y sexto país con el Impuesto de Sociedades más fuerte, del 30%. El efecto de
esta combinación, es que España es cuarto país que menos recauda en impuestos.
¿Por qué? Ya lo comento Laffer con su archi famosa curva. Todo país tiene un
punto, a partir del cual, cuanto más suban los ingresos, más baja la
recaudación. ¿Y por qué? Porque una parte nada desdeñable del sector privado se
pasa a la economía sumergida, porque no le sale rentable trabajar legalmente, y
que casi todo lo que gana, se va para el Estado, y a nadie le gusta trabajar gratis.
Como ejemplo de todo esto, veamos Francia, que a mi modo de ver, no es ejemplo en casi nada relacionado con la economía, pero en recaudación lo hacen mejor que nosotros. Francia es un país reconocido a nivel mundial por sus enormes impuestos. Pues bien, su IRPF y su IVA son más bajos que los nuestros. Sólo el Impuesto de Sociedades es más elevado. Efecto: recaudan más. ¿Por qué? Porque dan a las familias más dinero para gastar, y estas que hacen, gastarlo.
Estas comparaciones hay que
hacerlas con cuidado eso sí, y entender la realidad de cada país. España es un
país con una tasa de paro del 26%, que no ha derivado en conflictos graves,
básicamente por dos motivos:
1º.- Un mercado negro que supone
el 25% del PIB, gracias al cual, los parados tienen para comer.
2º.- Una estructura familiar
tremendamente sólida y rocosa, que sale en ayuda de sus miembros necesitados.
Si lo que se está buscando es
reactivar la economía, y al mismo tiempo, cumplir con el objetivo de déficit,
lo que hay que hacer es lo siguiente, al menos en España (esto es aplicable
también a Portugal e Italia, aunque el caso de Grecia es enormemente más complicado):
1.- Reducir tasas a la seguridad
social, para que sea más barato contratar.
2.- Despido libre: para que, al
ser también más barato despedir, se contrate con mayor alegría. Esto supondría
que habría un único tipo de contrato, ya que al ser gratis despedir, no habría
distinción entre contrato fijo y temporal.
3.- Bajada de impuestos directos,
como el IRPF y el Impuesto de Sociedades, y de los indirectos, bajada del
principal, el IVA. Esto supondría que tanto familias como empresas tendrían más
dinero disponible, y gastarían más e invertirían más.
4.- Recorte del gasto público en
no menos del 25%.
5.- Parar las emisiones de deuda: más deuda hará más grande el problema, no lo va a solucionar.
6.- Facilitar trámites para la
creación de empresas.
7.- Conversión del ICEX en un
instituto que de verdad ayude a las empresas españolas a establecerse en el
exterior y a exportar.
8.- Presionar con toda la fuerza
posible a Europa para generar una pequeña devaluación del euro, y una fuerte
bajada de tipos de interés (gracias a Dios el Gobernador del BCE es italiano).
9.- Mejores tasas impositivas
para extranjeros que deseen invertir en España durante un plazo de 4 años, por
supuesto con la mayor seguridad jurídica.
La combinación de este tipo de
acciones, en un plazo de tiempo medio, entre 2 y 4 años supondría una mejora
real en el crecimiento de la economía española. Eso sí, no creo que gustase
mucho en Alemania… Y claro nos han dado una línea de crédito de 100.000
millones de euros… La pregunta es ¿pero quién compra Meredes, BMW, Miele y
tiene sus ahorros en el Deutsche Bank?
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